jueves, 31 de julio de 2014

Muerte en la Línea 5. (Capítulo III)

   En el ordenador de Belinda, la policía encontró muy poca información. Básicamente lo utilizaba para ver partidos de baloncesto de la NBA. Y para comunicarse con su familia, en Murcia. Ella vivió allí, hasta que conoció a Oscar, que estaba veraneando en la costa. Se enamoraron y al poco tiempo, Belinda se trasladó a Madrid. Desde entonces vivían juntos. Su ilusión era tocar el violín en una orquesta, y en Madrid tenía más posibilidades.


   Por otra parte, Carmen, era estudiante de Arquitectura. Su ordenador tampoco dió mucha luz a la policía. Lo usaba lo justo. Básicamente para buscar información relacionada con sus estudios. Y también para jugar. Le relajaba en su tiempo libre. Al igual que Belinda, tenía pocos contactos.
   Pero algo llamó la atención del comisario. Ambas eran muy aficionadas a la música. En su historial tenían repetidas entradas a una misma página. Era de una emisora de radio. Había cientos de jóvenes seguidores de Arthur, era un conocido locutor de esa emisora.
   Al no existir otros indicios, el comisario Ruiz, decidió interrogar a Atthur.


   Paralelamente, Oscar, como primer sospechoso, recibió la visita de la policía en su domicilio. Le preguntaron por la marca de agua mineral que bebían...
   - Siempre hemos bebido agua del grifo. En Madrid es muy buena. Cuando murió Belinda, yo no estaba en Madrid, tuve que trasladarme a Barcelona por motivos de trabajo. Al enterarme, regresé rápidamente en el puente aéreo.
   Apenas podía articular palabra, hizo un gran esfuerzo por no llorar y venirse abajo.
   La policía comprobó que todo lo que dijo era cierto. El agua fué comprada en una máquina expendedora del Metro. El número de lote lo confirmaba.

1 comentario:

  1. Otra vez prendida de la historia .. está genial!! .. me inclino por la culpabilidad del locutor je,je.

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