jueves, 26 de marzo de 2015

Lucas-Pierre.

   - No estoy loco, ¡ no estoy loco !. Es cierto, vivo dos realidades, dos vidas, dos personas diferentes y un solo alma..., en dos ciudades, dos países distintos. Je parle français,  comprenez vous?.
   - Hablas francés, ¿y qué?, ¿eso qué demuestra?.
   -Nunca estudié francés...
   El psiquiatra observó a Lucas como queriendo leer su mente.
   - Empecemos de nuevo... ¿Por qué agrediste al mendigo?.
   - Ya se lo dije, odio los mendigos desde que uno me cortó la cara.
   - No veo que tengas ninguna cicatriz. ¿Fué hace mucho tiempo?.
   - El mes pasado, en París.
   - ¿Estabas de vacaciones?.
   -No, salía de trabajar del museo del Louvre.
   - ¡Pero tu trabajas en Madrid!, eres barrendero del ayuntamiento.
   - ¡Sí!, por eso pegué al mendigo, no podía barrer la calle con todas sus porquerías esparcidas por el suelo.
   - Por eso le pegaste, no porque te cortaran la cara, reconoce que nunca estuviste en París.
    - Se lo repito, vivo en París..., vivo en Madrid.
    - Bien, te quedarás ingresado en observación.
   - ¡¡No estoy loco!!.
   - ¿Prefieres la cárcel?, un par de meses no te los quita nadie por agredir a un hombre indefenso.
   Lucas calló. Se tomó las pastillas que le dió la enfermera y se tumbó en la cama mirando el techo, hasta que los tranquilizantes hicieron efecto y lograron dejarle dormido.

   Los médicos estudiaron a Lucas, pero no lograban encasillarle en ninguna psicopatía, se diría que era una persona casi "normal", algo agresivo y antisocial, eso sí, e insistía en que vivía en dos cuerpos. Así que siguió ingresado por tiempo indefinido.
   El médico anotaba cada palabra, cada respuesta de Lucas. En un descuido del doctor, Lucas le quitó el bolígrafo y lo guardó en el bolsillo del pijama.
   Durante varios días escribió en las servilletas de papel que le traían con la comida.
   La enfermera entró con las pastillas y las dejó sobre la mesita.
   - Tómalas con la comida.
   Apenas salió por la puerta, Lucas cogió las pastillas y las envolvió en una de las servilletas... junto a todas las demás y las dejó bajo el colchón.

   Pierre salió del Louvre, ya caía la tarde , en esa semioscuridad, dirigió sus pasos al río. Al llegar al puente Saint Michel descendió por una ladera del Sena, sabía que era lugar de encuentro de vagabundos. Se escondió tras unos juncos y miró alrededor, había cartones y ropa vieja por el suelo, y, sentado sobre un neumático vió a un indigente con un brick de vino tinto, bebió hasta agotar el envase, luego lo tiró entre la basura. Pierre agarró una piedra de buen tamaño, y sigilosamente se acercó, el vagabundo se dió la vuelta al escuchar el crugir de una rama, a duras penas lograba mantener el equilibrio. Pierre tomó la piedra con ambas manos, la alzó sobre la cabeza del borracho y le golpeó la frente una y otra vez. El hombre cayó al suelo y éste se tiñó de rojo.
   Después Pierre volvió a subir al puente, y una vez arriba, se lanzó al Sena.

   La enfermera entró a la habitación por la mañana temprano, Lucas parecía aún dormido. Ella le agarró el brazo.
   - Lucas, debo ponerte el termómetro, y te traigo la medicación para que la tomes con el desayuno.
   El brazo de Lucas cayó como muerto. La enfermera se asustó.
   - ¡Lucas, Lucas!
   El médico entró y le tomó el pulso.
   -Está muerto-dijo-.
   Bajo la almohada encontraron varias servilletas de papel escritas en francés.
   Ma mort-era el título-. Por el suelo encontraron varias pastillas que cayeron de las manos de Lucas antes de ingerirlas. La dosis de barbitúricos fué mortal.
   Los papeles fueron escritos varios días antes, Lucas puso la fecha en la parte de arriba  del margen derecho. El escrito describía con todo lujo de detalles un asesinato y el posterior suicidio del criminal. Todo sucedía en París, a orillas del Sena.
   Al final pedía que comprobaran la veracidad de lo escrito, que leyeran la prensa francesa del día de hoy.
   Algo incrédulos, los médicos entraron en Le Figaro.fr. El diario digital traía como primera noticia el asesinato de un vagabundo bajo el puente Saint Michel, y el posterior suicidio de un hombre, que apareció flotando en el río. El hombre tenía una cicatriz en la cara y al parecer trabajaba en el museo del Louvre.
   Los médicos no quisieron leer más. Un escalofrío les recorrió el cuerpo. Contemplaron a Lucas, su gesto era amable, de paz, casi angelical...

martes, 24 de marzo de 2015

Perder y ganar.

   ¿Se puede perder y ganar al mismo tiempo?. Perder una ilusión y ganar otra. Perder una mentira y ganar una increíble verdad. Perder pasado y ganar presente. Perder una sombra  y ganar una sonrisa...
   Nada se pierde, si al final has ganado lo que inicialmente buscabas, si has logrado la reciprocidad, la complicidad, la confianza...
   Lo importante es saber mantenerlo, y nunca más perder lo que te costó tanto ganar.
  

  

lunes, 16 de marzo de 2015

viernes, 13 de marzo de 2015

Tú...

   Quiero que seas tú,
que te quites el burka
que cubre tu cara,
que muestres tus ojos
ávidos de luz,
y que tu mirada
sea limpia,
que mires de frente,
sin mentiras...
   Quiero ver tu sonrisa
de nuevo,
cierro los ojos
y la veo...
al fín, por fín
te veo.

domingo, 8 de marzo de 2015

Día de la mujer.

   La igualdad entre sexos llegará el día que no se celebre ningún "Día de la mujer". Realmente no creo que yo vea eso nunca, porque el machismo es cada vez mayor, no solo por parte del hombre, sino mayormente por la mujer, que, unas veces consciente, y otras inconscientemente, caen ( o caemos) en la dependencia del hombre por diferentes motivos, si alguien debe renunciar a sus aspiraciones profesionales, por conciliar familia y trabajo, la mayoría de las veces es la mujer.
   Lo siento, no puedo decir "Feliz día de la mujer", entre otras cosas porque ese día también lo impusieron ellos...
   Y las mujeres tan contentas porque se les dedica un día.
   ¡Nooooo!.