Un abrazo no soluciona un problema. Pero cuando las palabras no sirven, cuando un "lo siento" suena a cumplido, entonces, ahí, el abrazo reconforta, aún a distancia, porque sientes que el dolor, la rabia son compartidos, al igual que en otros momentos compartimos risas. La impotencia de no poder solucionar nada, la injusticia de quienes se creen superiores por tener tal cargo y juegan con el futuro de las personas, sin valorar su esfuerzo. Todo lo que siento en este momento no se expresa con palabras, por eso te abrazo fuerte, con un abrazo rompecostillas, de los míos, de los que, atravesando océanos, siempre llegan.
miércoles, 30 de septiembre de 2015
Para tí...
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