Es verdad,
no puedo verte,
pero sé que existes.
Que volviste
a un rostro
antes serio,
que retornaste
a unos labios
que merecen sonreír.
A unos ojos
que sonríen también,
ahora,
me basta imaginarlo,
aunque mi espejo
me muestra
esa misma sonrisa,
idéntica,
tranquila...
No hay comentarios:
Publicar un comentario