Un día, paseando por la calle, vió un mercadillo donde vendían todo tipo de objetos y ropa. Se fijó en un pañuelo azul..., es idéntico - pensó -, era un poco caro, pero lo compró. Y se lo puso al cuello.
En Madrid, mientras tanto, en un paso de cebra, un joven invidente cruzaba con su perro-guía., iba comiendo una manzana verde.
El conductor iba distraído, hablando por el móvil, y a tanta velocidad que no pudo frenar a tiempo...
El perro aullaba sobre su amo, que yacía en el asfalto cubierto de sangre.
La ambulancia no tardó en llegar, pero el médico solo pudo certificar su muerte. Se llevaron el cadáver, y tirado en la calle quedó un pañuelo azul empapado de sangre y una manzana mordida...
Santiago sintió como si le faltara el aire. Como si el cerebro le dejara de funcionar y se paralizara todo su cuerpo. Agarró fuerte el pañuelo, y lo anudó a su cuello, como para no perderlo. Hacía frío en Frankfurt...
Encarni.
Empecé por el final, como en las películas, además le dí la vuelta a todo..., tengo que buscar las otras dos partes...
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