domingo, 30 de marzo de 2014

Mis sueños, siempre mis sueños.

   Como un ángel sentado en un banco, ví tu figura tan real, tan igual, tan adorable..., corrí entre la multitud, tropezando con la gente, sin disculparme por ello, cada vez estabas más cerca..., te abracé, cayendo de rodillas a tus pies, llorando, llorando, pena, felicidad, no sé, solo estabas ahí, cobijándome, como siempre, dándome calor y seguridad, y ese abrazo que busqué en los demás cuando más lo necesitaba, solo me lo diste tú, como siempre, aunque todo fuera un sueño, mamá...
                                                                            Encarni.   

1 comentario:

  1. Gracias Pao, seguiré escribiendo mientras tenga necesidad de hacerlo.

    ResponderEliminar