lunes, 8 de diciembre de 2014

Luces...

   Miré fijamente al sol, como retándole con la mirada, sin parpadear. No sentí nada, no quemaban mis ojos, seguía viendo nítida esa luz que desprendía, pero no hería mis retinas, no entendía por qué. Seguí mirando, aunque la luz ya era tenue, no deslumbraba tanto,  entonces empecé a ver más claro en esa ligera semioscuridad, ví la luna, clara y bella. Y sentí, muy a mi pesar, que a veces las cosas no son lo que parecen, o lo que creemos ver...

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