jueves, 16 de octubre de 2014

La casita del árbol. (3).

   Daniel recogió la foto del suelo, antes de devolvérsela a Anna, la contempló con curiosidad. Era una típica foto familiar, una niña abrazando a sus padres.
   - ¿Eres tu?. - preguntó Daniel -.
   Anna hizo un intento de hablar, pero no le salieron las palabras, asintió con la cabeza. Su gesto era de amargura.
   Daniel no quiso preguntar más y devolvió la foto a Anna, que con extremo cuidado volvió a introducirla dentro del libro.
   Anna fué a buscar algo de fruta para ofrecerle, mientras, Daniel observaba todo el interior de la cabaña. En una esquina había una caja grande, como un baúl repleto de ropa de niña y sobre ella, dos pasaportes americanos. Daniel abrió uno de ellos y leyó: Frederic Carter. Miró la foto y el rostro le resultó conocido. Luego abrió el otro pasaporte, como imaginaba era de Anna, en la foto era muy pequeña, como de seis o siete años, ahora calculaba que tendría unos veinte, ¿llevaría allí tanto tiempo?. Daniel esperaba que en cualquier momento su padre aparecería por allí.
   Anna volvió con la fruta, que ofreció a Daniel con una sonrisa. Éste tomó una manzana roja que mordió con gusto.
   - ¿Dónde está tu padre?. Ví los pasaportes... - dijo él -.
   Anna molesta huyó corriendo, descendió del árbol y desapareció entre la maleza. Daniel observaba desde arriba tratando de entender. Viendo que no volvía, salió en su busca, sabía que era inútil llamarla porque ella no podía contestar. La encontró al pie de un acantilado con los ojos llorosos. Casi por inercia la abrazó como entendiendo lo que sentía Anna y lo que necesitaba en ese momento.
   Volvieron despacio a la casita. Anna tomó una libreta del bolsillo de Daniel y su bolígrafo, quería contarle todo...
   En pocas palabras y con escritura infantil, Anna contó su historia, una historia que era toda su vida.
   Daniel no podía creer que en tanto tiempo nadie hubiera pasado por allí. De su cartera sacó un ordenador portátil, Anna observaba con curiosidad, nunca había visto uno tan pequeño.
   - Imposible que funcione aqui - pensó -.
   Daniel tecleó Frederic Carter.
   Al momento aparecieron en la pantalla varias fotos del padre de Anna.
   La joven tuvo un impulso como de abrazar la pantalla, luego sus ojos se cubrieron de nuevo de lágrimas.
   -¡Productor de cine!, claro que me resultaba conocido...
   Luego siguió leyendo toda la historia de su misteriosa desaparición y de la interminable búsqueda de él y su hija que apenas contaba siete años.
   Su madre Jane, dejó el cine y sufrió varias depresiones. En la actualidad vivía recluída el su mansión de Los Angeles en la más absoluta soledad.
   Realmente era un buen artículo para su periódico, pero lo que más le preocupaba era el estado de Anna.
   Envió un mail al periódico, informando de la noticia, y a continuación otro a la policía de Hamilton para que prepararan una ambulancia. Habló con Anna, le dijo que ya era hora de salir de allí. Los dos bajaron del árbol por la desgastada cuerda, y una vez abajo, Daniel tomó algunas fotos de la casa.
   Subieron al bote neumático que les conduciría al yate anclado, y una vez dentro, los dos contemplaron la isla. Anna pensó que sería la última vez que la vería, eso le dió inseguridad, pues no sabía qué le deparaba el destino a partir de ahora.
   En el hospital le hicieron toda clase de pruebas para ver su estado de salud. Tenía carencias alimenticias y falta de algunas vitaminas, pero por lo general se encontraba bastante bien.
   Esa noche no pudo dormir, era raro pero extrañaba su colchoneta de plástico. Al fín cayó rendida casi al amanecer.
   Se despertó muy entrada la mañana. Abrió los ojos y vió un rostro envejecido, pero muy tierno a pesar de su gesto de sufrimiento.
   - Ma....má, ¡mamá!.
   Anna abrazó a su madre, sabiendo que ya no tenía nada que temer.
   Daniel tuvo mucho éxito también con su novela "La casita del árbol", y jamás perdió contacto con Anna, que recuperó su vida y junto a su madre consiguió borrar sus traumas, así como Jane volvió a una vida sociable y feliz junto a Anna.

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